A pesar de haber pedido el número 28, el que tenía en el Sporting de Portugal, el entrenador Sir Alex Ferguson le asignó el dorsal «7» que había dejado el excapitán del Mánchester, David Beckham, y que había sido utilizado por leyendas del club como George Best y Éric Cantona. Sin embargo, en el verano de 2003, el Sporting y el Manchester United disputaron un encuentro amistoso con motivo de la inauguración del Estadio José Alvalade para la Eurocopa 2004. En ese partido, el joven extremo cuajó una magnífica actuación que asombraría tanto a los propios jugadores rivales como a su entrenador Alex Ferguson, equipacion del real madrid que consiguió el traspaso del portugués al club inglés poco después en ese mismo verano.