Los vestidos de diferenciaron entre trajes ceremoniales, cortesanos y uniformes, distinguidos según clases sociales por los colores: los colores fuertes y oscuros estaban reservados a las clases altas. En el período Heian, las mujeres llevaban vestidos de seda y brocado de varias capas (jūnihitoe), de múltiples colores. Las mujeres empezaron a llevar varias faldas superpuestas, con un cinturón de tela bajo el pecho, y llevaban un sobretodo (osode) de amplias mangas.