Sobre la base de la costura entendida como un producto comercial, en este país surgió el concepto de ready to wear («listo para usar»), un antecedente del prêt-à-porter. Se consiguió en noviembre de 1937. Esta nueva Federación del bando nacional, además de los campeonatos regionales y algunos amistosos, organizó dos partidos de la selección española ante Portugal, que se saldaron con sendas derrotas. Calzaban sandalias atadas con correas y llevaban unos gorros de fieltro de forma cilíndrica, de 12 a 15 cm de altura (excepto el rey, que era de 20 a 25 cm).